Parece que quedó en el pasado la época en la que el gobernador José Alperovich se apresuraba por cubrir las vacantes judiciales. En 2013, el titular del Poder Ejecutivo (PE) designó solamente a dos magistrados (Jesús Abel Lafuente y María Elisa Molina) y desde septiembre no ejerce la potestad de escoger un nombre de la terna confeccionada por el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM). La caída de “actividad” es significativa si se considera que Alperovich nombró 68 jueces desde 2009, cuando el órgano de selección de magistrados comenzó a funcionar. Ese número equivale a más de un tercio de la judicatura, que incluye a jueces, fiscales y defensores.
Tres tercetos aguardan la decisión del gobernador. Las propuestas para la Fiscalía de la I Nominación, y el Juzgado en lo Civil y Comercial Común de la I Nominación del centro judicial de Concepción llegaron a la órbita del mandatario en diciembre del año pasado. La terna para la Sala IV de la Cámara Penal de esta capital ingresó en el PE la semana pasada.
La Ley 8.197, que creó el CAM, no establece un plazo de actuación para el gobernador (cuanto más tiempo este se tome para meditar, más lobby tendrán que hacer los aspirantes a magistrados). La norma sancionada por el oficialismo se limita a estatuir la facultad del PE para elegir cualquiera de los tres nombres propuestos por el Consejo (prescindiendo del lugar que los candidatos ocupan en la terna) y enviar el pliego a la Legislatura, que ha de prestar acuerdo a la designación. Si la Cámara no aprueba el pliego remitido -cosa que jamás ocurrió en la historia de este CAM-, el Gobierno debe elegir otro nombre, siempre dentro del terceto, hasta conseguir el acuerdo.
La ralentización de las coberturas en el PE coincidió el año pasado con un descenso en el ritmo de generación de ternas en el CAM. En 2013, el órgano remitió sólo cuatro propuestas al Gobierno, menos del 20% de las que le mandó en 2012, cuando consiguió confeccionar 29 ternas. En enero, Claudia Sbdar, vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán y presidenta del CAM, negó que la producción haya disminuido. “No creo que sea así: esa mirada es muy ligera y superficial. Si uno entra en cada uno de los concursos y analiza el trámite, encuentra que hubo impugnaciones y pedidos de prórrogas, y que tuvimos que declarar desiertos varios concursos. Si no enviamos más ternas no es por falta de diligencia, sino por la complejidad de cada proceso”, explicó Sbdar a este diario.
Este año y renovación de la mesa de autoridades mediante (la presidenta fue reelecta por su estamento), el Consejo parece decidido a imprimir celeridad a la sustanciación de los concursos (hay una quincena en trámite). Fuentes de ese instituto informaron que antes de fin de mes quedarían en condiciones de ser remitidas la segunda terna de la Sala IV de la Cámara Penal de esta capital y la propuesta para la Sala II de la Cámara del Trabajo del centro judicial de Concepción.
El fuero problemático
La acumulación de tercetos obligará a Alperovich a tomar decisiones. Esa es al menos la interpretación que hacen en el entorno de la Casa de Gobierno. La situación no es sencilla puesto que dos de las tres ternas pendientes de resolución pertenecen al sensible fuero penal. El caso más delicado es el de la Fiscalía I de Concepción, donde compiten Juan Carlos Nacul, Carlos Eduardo López (aspirante a juez vetado seis veces en el pasado) y Miguel Ángel Varela. En esta terna, el Gobierno se inclinaría por el tercer aspirante, que se desempeña como funcionario de la Fiscalía en cuestión.
La propuesta para la Sala IV de la Cámara Penal está integrada por Gustavo Romagnoli (aspirante a juez vetado cinco veces en el pasado), Nacul y Wendy Kassar. En principio, la tercera ternada, que es secretaria de la Fiscalía General Federal, corre con ventaja respecto de los otros dos candidatos. El cargo de juez civil de Concepción sería para el abogado Eduardo José Dip Tártalo, que encabeza la terna compuesta por Fernando García Hamilton y Álvaro Zamorano.
Si estas quinielas se verifican en la práctica, López dejará de ser el único aspirante a juez penal rechazado sistemáticamente por Alperovich. En idéntica situación quedaría Romagnoli, postulante con perspectivas de ingresar a otras cuatro ternas más. Muy cerca de ellos está Nacul, que también tiene posibilidades de entrar en nuevos tercetos. El ejercicio de la potestad discrecional del PE puede dar lugar a nuevos frentes de conflicto en un momento de descrédito, colapso y aumento de exigencias -como la investigación del “narcomenudeo”- para el sensible fuero penal.